Un año encerrada. “La pandemia…”, le advertían. Mari, con 82 años a cuestas, se escabulló. Gozó la libertad de las aves, el canto del viento. Sus familiares, ya no la encontraron.
-José Alfredo Torres-
Un año encerrada. “La pandemia…”, le advertían. Mari, con 82 años a cuestas, se escabulló. Gozó la libertad de las aves, el canto del viento. Sus familiares, ya no la encontraron.
-José Alfredo Torres-