Los reyes magos, año con año, habían recibido cartitas de los niños; y a cambio, permitían fotos abrazándolos y mimándolos. La pandemia lo impidió:
REY MAGO GASPAR: Prohibieron acercarnos a los niños, por higiene, dizque.
REY MAGO BALTASAR: (Triste.) Me voy aburrir en nuestro castillo…
REY MAGO MELCHOR: Déjate del aburrimiento, ¡qué vamos hacer sin el dinero que nos dan por las fotos! ¡El salario de los pajes, de las damas de compañía!
REY MAGO BALTASAR: Tienes razón; y qué va ser del elefante, el camello y el caballo…
REY MAGO GASPAR: ¡Ya sé! ¡Ya sé!, hagamos un plantón exigiendo zonas francas para instalarnos; además, pobres, pobres niños, ¿sin ilusiones?
Ataviados con trajes elegantes, lustrados el turbante y la corona, serios, portan carteles frente a Palacio Nacional: “¡Los magos también tenemos estómago!” “¡Sin magia y fantasía, la niñez moriría!”…
-José Alfredo Torres-