Sam leyó en su WhatSApp: “Deposita 100 mil o tu familia lo sabrá”. Asombrado, constató el envío de mensajes suyos sobre la relación de infidelidad que mantenía en el más absoluto secreto. (Eso creía.) Los ignoró. Después llegaron nombres y direcciones exactas. “Caí como mosca en la telaraña”, reconoció. No le quedó otra más que pagar.
-José Alfredo Torres-